Descripción
Ante todo, trata de conocer con detalle al propio san José como trabajador, esposo, padre y educador. Después expone de que manera ilumina san José las cuestiones actuales de la familia y de la figura del padre, tan cuestionada en esta sociedad. Finalmente, muestra como nos ayuda san José a entender las facetas nuevas del misterio de Dios, en cuya encarnación no solo asumió la realidad de Jesús, sino que además fue asumida la paternidad humana de José (Redemptoris custos, 21).
Para ello hay que tener en cuenta que san José no nos legó ni una sola palabra. Solo tuvo sueños: unos sueños de los que el hacía caso incluso sin entenderlos. Su lenguaje era otro: san José hablaba con las manos en la carpintería: con los brazos, cargando con su hijo: con los pies, caminando hacia el exilio: con el amor, permaneciendo junto a Maria… Me complazco dice Paulo Coelho en el prólogo en la idea de que la mesa en la que Jesús consagro el pan y el vino habría sido hecha por José, porque allí habría quedado impresa la huella de la mano de un carpintero anónimo que se ganaba la vida con el sudor de su rostro y, precisamente por ello, permitía que los milagros se manifestaran
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